Por José Royo
Cuando vi por primera vez un mapa astrocartográfico experimenté una mezcla de intriga y fascinación pues, aunque en aquel momento no entendía nada, pude observar cómo algunas de las líneas de mi mapa astrocartográfico pasaban por lugares que eran o habían sido significativos en mi vida. Esto me incitó a estudiar los principios básicos de esta técnica, que plantea interesantes reflexiones acerca de las ubicaciones geográficas que elegimos a lo largo de nuestra vida, y sobre cómo estas ubicaciones influyen en nuestra evolución.
La astrocartografía es una especialidad que analiza la particular influencia de los planetas de una carta astral, en base a las diferentes coordenadas geográficas. La herramienta para este análisis es el mapa astrocartográfico que representa una proyección de la carta astral sobre un plano terráqueo.
En la actualidad no existe bibliografía en español y la información en este idioma se limita a algunos artículos diseminados. Es por ello que me parece adecuado compartir algunos conceptos básicos de esta especialidad astrológica. Para una mejor comprensión, en la segunda parte de este artículo comentaré mi propio mapa astrocartográfico con referencia a experiencias personales que tuvieron lugar en diferentes coordenadas. Los mapas están elaborados con el módulo “Solar Maps” del software astrológico “Solar Fire" v.9.0.26
Mi intención con este artículo es ofrecer información para astrólogos profesionales y estudiantes avanzados que desconocen esta técnica y desean realizar sus primeras observaciones. Pero deseo subrayar que ésta no es mi especialidad y no ofrezco cursos ni estudios de astrocartografía.
Conceptos tradicionales y situación actual
La astrología tradicional atribuye regencias zodiacales a diferentes regiones, países o ciudades, en base a factores socio-culturales, orográficos, u otros. La tradición también hace referencia a ciertos principios relativos a la ubicación más aconsejable para vivir o las direcciones más propicias para viajar. Una muestra la tenemos en el Manual Práctico de Astrología de Georges Antarès donde puede leerse:
“Según la tradición, los viajes más provechosos serían los emprendidos en la dirección de los benéficos o del planeta más importante del tema, sobre todo si se trata de Júpiter, Venus, Sol y Luna (indicados en el orden de importancia). Para determinar esta dirección, se considera que el Ascendente indica el Este, el M.C. el Sur, el Nadir el Norte, el Descendente el Oeste.”
El resto de las direcciones se deducen de los cuatro puntos cardinales, tal y como puede verse en la tabla siguiente:
Algunas fuentes también añaden que la posición por casa del regente del Ascendente señala hacia donde la persona va a dirigirse inconscientemente. Por ejemplo, si en un tema natal el regente del Ascendente es Júpiter y se encuentra en la Casa 4, el nativo tendría tendencia a desplazarse hacia el Norte.
Más adelante, en la misma obra citada, Antarès dice:
“La naturaleza del signo en la cúspide de IV puede servir de indicación para la elección de una residencia adecuada y en lo referente a su situación y orientación si, evidentemente, en este signo hay benéficos o está gobernado por ellos. Si un signo cardinal está en la cúspide hay que escoger una vivienda en una esquina, o aislada pero alta y muy visible (Aries, fachada orientada hacia el Este; Libra, Oeste; Cáncer, Norte y Capricornio, Sur). Si es un signo fijo, escoger una casa en un terreno llano o situado en medio de una calle (orientación de la fachada: Tauro, NE; Leo, NO; Escorpio, SO y Acuario, SE). Si un signo mutable está en la cúspide es mejor escoger una casa de arriba abajo, o en una calle al lado de una esquina, o en las últimas casas (Géminis, fachada al NNE; Virgo, ONO; Sagitario SSO y Piscis, ESE).”
Para mayor claridad, podemos ver resumidas en la tabla siguiente estas asignaciones tradicionales referidas a ubicaciones y direcciones. Las variables topográficas de cada lugar pueden deducirse del elemento y atributos de cada signo. Por ejemplo, un espacio ribereño (ver signos mutables) relacionado con Sagitario podría ser abierto y soleado, mientras que Piscis nos podría sugerir un espacio ribereño húmedo y misterioso:
En la década de los 70 del pasado siglo XX, el astrólogo Jim Lewis junto con Ariel Guttman, desarrollaron una variedad del tradicional método de relocalización al que denominaron Astrocartografía (abreviadamente A*C*G). Poco después, a principios de los 80, Michael Erlewine, basándose en los trabajos del astrólogo Edward Johndro (1882-1951), actualizó el antiguo sistema del acimut, también denominado Espacio Local. Ambos métodos se complementan, pues mientras la A*C*G trabaja con las posiciones planetarias en la carta astral, el Espacio Local (o Local Space) utiliza las direcciones geográficas tal y como veremos enseguida.
Pero antes de continuar vale la pena comentar que existen opiniones diversas con respecto al término Astrocartografía, pues mientras algunos la asocian al método desarrollado por Jim Lewis (A*C*G), otros defienden que dicho término integraría todas las técnicas aplicadas al estudio de las influencias planetarias en diferentes puntos de la Tierra. Aquí optaremos por esta segunda opción más inclusiva, pues además de las dos técnicas mencionadas (A*C*G y Espacio Local), existen otros parámetros –como los recogidos por Antarès– que pueden matizar factores orográficos o ambientales relativos a una determinada ubicación.
El mapa A*C*G
La A*C*G (o ACG) estudia cuales son las ubicaciones en la Tierra en donde un determinado planeta estaría fortalecido al ocupar uno de los cuatro ángulos de la carta astral. Las posiciones más poderosas serían aquellas en las que un planeta se ubica en el Medio Cielo o el Ascendente, seguidas del Descendente y el Fondo del Cielo.
La A*C*G puede utilizarse en astrología mundial tomando como referencia los equinoccios, solsticios, lunaciones u otros inicios. Y también hay quienes la combinan con los ciclos de Saros de los eclipses, con interesantes resultados. No obstante el enfoque que suele despertar más interés es el de la ACG aplicada a una carta natal personal, al que aquí nos referimos.
Si realizamos el mapa astrocartográfico de un tema natal, veremos los lugares del mundo en donde los planetas eran angulares en el momento del nacimiento, por lo tanto señalarán aquellas ubicaciones geográficas en que cada planeta manifestará su influencia de forma más intensa. Así, a cada tema natal le corresponden lugares en el mundo donde la persona puede potenciar determinados planetas de su elección a fin de realizar sus proyectos de vida. Las influencias se notarán cuando la persona vaya a vivir a esos lugares, los visite o establezca relaciones con ellos, aunque sea a distancia o a través de otras personas.
Las aplicaciones del ACG son muy sugestivas e interesantes, pero es importante tener en cuenta que al cambiar de coordenadas geográficas para potenciar un determinado planeta, también cambiarán su ubicación en las casas el resto de planetas de la carta astral relocalizada. Y aunque la energía del tema natal se mantiene, la superposición del tema relocalizado puede influir en energías que funcionaban aceptablemente bien en la ubicación anterior. Se requiere pues una reflexión bien meditada cuando la cuestión es establecerse en un nuevo lugar de residencia. Esto no será tan importante cuando la relación con ese lugar sea puntual o durante un periodo acotado en el tiempo.
El mapa ACG se representa como un planisferio cruzado por líneas verticales y por otras líneas curvas. Las líneas verticales (Meridianas y Contra-meridianas) corresponden a los lugares de la Tierra en donde los planetas estarían en conjunción con el Medio Cielo o el Fondo Cielo, mientras que las líneas curvas señalan en qué sitios los planetas harían conjunción con el Ascendente (Rising lines) o el Descendente (Setting lines). En el mapa ACG las líneas meridianas, correspondientes a las conjunciones con el MC, están representadas por una línea continua, mientras que las líneas contra-meridianas, relacionadas con las conjunciones al FC, se presentan con trazos discontinuos. En cuanto a las líneas Rising y Setting, tal y como se ha dicho, son reconocibles por las amplias curvas que describen en torno al globo terráqueo.
Al igual que ocurre con respecto a los aspectos planetarios en un tema natal, en ACG tampoco hay unanimidad de criterios sobre los orbes a utilizar. Algunos astrólogos consideran que el orbe de influencia para las líneas planetarias de un mapa ACG es de unos 4º, que equivalen unos 450 kilómetros a cada lado de la línea, sin embargo otros astrólogos proponen utilizar un margen de unos 2º (unos 220 kilómetros a cada lado). La correspondencia entre grados y kilómetros no es exacta. En el ecuador terrestre 1º corresponde aproximadamente a unos 111 kilómetros, pero esta equivalencia varía en función de la latitud. En cualquier forma, cuanto más cerca se esté de la línea planetaria más intensa será la influencia del planeta correspondiente. Por otro lado, también habría que valorar la fuerza objetiva que tiene cada determinado planeta, pues si está dignificado en la carta astral podemos aplicarle un orbe mayor. Con respecto a las zonas del mundo que no están cruzadas por líneas, se considera que señalan lugares donde el tema natal se expresa sin influencias adicionales que potencien los planetas natales.
De forma complementaria y menos utilizados, también existen los cruces de latitud −denominados parans− que corresponden a los puntos en donde se cruzan dos líneas planetarias cualesquiera que sean. La latitud geográfica en donde tienen lugar estas intersecciones (que implican a las líneas del Ascendente-Descendente y Medio Cielo-Fondo Cielo), tendrá influencia en toda esa latitud terrestre, sin importar dónde ocurra concretamente. En este caso se estima un orbe de 1º al Norte y 1º al Sur de la latitud del cruce, que equivale a algo más de 100 kilómetros a cada lado. Se considera que los parans señalan zonas en las que las energías planetarias involucradas se combinan manifestándose de forma intensa y su interpretación cobra particularmente sentido cuando coinciden con alguna de las líneas principales de la ACG.
Una vez que tenemos construido el mapa ACG, se selecciona el planeta que se desea fortalecer en la carta astral a fin de identificar cuales son las ciudades y zonas de la Tierra en donde el planeta hace conjunción con el ángulo elegido (MC, Asc., DS o FC). En la nueva ubicación existirá una influencia adicional relacionada con el planeta potenciado, pero cabe recordar que aunque la persona vaya a vivir de forma definitiva o temporal a otro lugar, no cambiarán los emplazamientos por signo ni los aspectos natales entre planetas. Sí que cambiarán los emplazamientos por casa del resto de planetas, por lo que deberemos estudiar cómo queda el resto de la carta astral. La relocalización es una labor delicada, por lo que es recomendable evaluar cuidadosamente qué nos conviene desarrollar en cada momento de nuestra vida, para que sea una elección adecuada.
El argumento de la astrolocalización es que la carta astral puede ser activada a través de técnicas basadas en el tiempo (como son los tránsitos, progresiones y direcciones) o a través de técnicas basadas en el espacio (relacionadas con los métodos de relocalización). Por ejemplo, podemos esperar a que nuestro Venus progresado haga conjunción con el Descendente, o bien dirigirnos al lugar de la Tierra en donde Venus está en el Descendente. El matiz importante es que, mientras un tránsito o una progresión activan temporalmente puntos del tema natal, la relocalización geográfica implicará una activación permanente mientras permanezcamos en esa nueva ubicación.
El mapa del Espacio Local
El mapa del Espacio Local −también llamado mapa del Acimut− se basa en la proyección de una carta astral sobre el horizonte visible. Dicho de forma coloquial, se trata de un método en el que se coloca la carta astral plana a ras de tierra, y partir de allí se traza la dirección de cada planeta (según su ángulo) sobre la superficie terrestre. Así, desde el punto central del mapa del Espacio Local o Local Space (abreviadamente LS) vemos que irradian las diversas líneas acimutales o rutas de los planetas, en direcciones que van de los 0º a los 360º. Se considera que las líneas acimutales son efectivas en ambas direcciones. Por ejemplo, si el acimut de un planeta está a 15º también funcionará su dirección opuesta a 195º. Es decir, cualquier ruta planetaria tendrá su réplica energética a 180º, en la dirección contraria.
Las direcciones geográficas de esas rutas planetarias señalan el rumbo a tomar para ir al encuentro de cada planeta, independientemente de la distancia, a fin de poder sintonizar con su energía. En este sentido es interesante observar como, sin saberlo, muchas personas tienen tendencia a dirigirse instintivamente hacia aquellas direcciones que son favorables para una determinada actividad de su interés. Y también es frecuente comprobar que pueden fijar su residencia en una de estas líneas.
Igualmente, la técnica del Espacio Local es muy adecuada para determinar la dirección de un viaje, reubicarnos en una ciudad o practicar una especie de Feng Shui astrológico en el propio domicilio. Así, hay quienes utilizan el mapa del Espacio Local para buscar los lugares de la ciudad que les son más propicios para hacer deporte, estudiar o relacionarse, y también hay quienes proponen distribuir los espacios de la casa a partir de las rutas planetarias. Las posibilidades son prácticamente ilimitadas.
Para aplicar ese llamado Feng Shui astrológico, se coloca el mapa del Espacio Local en el centro de la casa, o individualizadamente en el centro de cada habitación. Este método −también denominado compás geomántico− muestra las líneas en un radio corto de acción, y permite detectar los puntos de intersección armónica o inarmónica de las direcciones planetarias, respecto a objetos o áreas del lugar. El simbolismo de cada planeta describirá la energía vinculada a esa dirección, de manera que si, por ejemplo, observamos que la ruta de Neptuno señala hacia nuestra zona de estudio y nos cuesta concentrarnos, podemos plantearnos la conveniencia de desplazar dicha zona hacia otro lugar próximo a la línea de Mercurio.
En todos los casos deberemos orientar el mapa de Espacio Local y colocar su centro en el lugar de referencia elegido. Para mayor facilidad podemos imprimir el mapa del Espacio Local en un soporte transparente (como papel vegetal u otros), y a continuación colocarlo encima del plano de la ciudad, de un mapa geográfico, del plano de nuestra casa o de cualquier otra zona de nuestro interés. Este tipo de estudio puede completarse aplicando los principios y direcciones de la astrología tradicional relativas a elementos, modalidades, signos, casas y otros factores.
Complementación de A*C*G y LS
Al trabajar con diferentes técnicas surgen interrogantes sobre cual de ellas debe priorizarse. En general se considera que la ACG es el método principal para elegir una nueva ubicación, pues da lugar a una carta relocalizada que se superpone e incide en la natal. Mientras que las líneas acimutales del Espacio Local (LS) señalarían direcciones adecuadas para visitas o viajes puntuales, que tendrán un especial significado cuando haya tránsitos favorables al planeta que interese desarrollar. No obstante, ya se ha dicho que es frecuente observar que muchas personas se desplazan y ubican su residencia coincidiendo con una línea del acimut. Este es pues un tema que queda abierto a la investigación.
En el caso de haber elegido una zona o ciudad según el mapa ACG, el mapa de Espacio Local puede servir para determinar cual es la proyección de las rutas planetarias a fin de ubicarse dentro de la ciudad. Una vez definida la ubicación, se puede ampliar el mapa para aplicar el Espacio Local y buscar determinadas actividades o experiencias, tomando como centro el domicilio de residencia. Por ejemplo, la dirección de Marte sería adecuada para buscar un gimnasio, la de Mercurio para buscar una biblioteca o un centro de estudio, y así sucesivamente.
De la interacción de la ACG con el LS surge el Punto de Destino que corresponde al lugar de cruce de una línea planetaria de ACG con una línea de dirección de LS. Ese punto −también llamado bi-paran− muestra un lugar que puede ser significativo para la vida de la persona.
Un ejemplo práctico
Tal y como anticipé, aportaré un ejemplo práctico en base a las observaciones que he podido realizar en mi propio mapa astrocartográfico que se construye en base a mis datos natales (22-03-1952 a las 00 h. 52 m. 51 s. GMT en Zaragoza, España). En la última revisión de este texto he ampliado algunos puntos, aunque dudé sobre si añadir más o menos información pues el abundante número de coordenadas y líneas puede resultar abrumador. Sin embargo también pensé que puede haber personas a quienes les resulte particularmente didáctico tener una información detallada. Aquellas otras personas que no estén interesadas en estos detalles, pueden saltarse tranquilamente aquellas partes con profusión de datos, con la seguridad que podrá tener una visión clara general de todo lo que se expone.
Como veremos enseguida, en mi mapa ACG hay conexiones muy llamativas, no obstante debo decir que en otros mapas observados los resultados han sido variables. En algunos casos las coincidencias eran también espectaculares, pero en otros casos las líneas de la ACG parecían no tener relación con lugares significativos para la persona. Por supuesto siempre quedaba la duda de saber cómo se sentiría esa persona viajando o residiendo en tal o cual otro lugar. Por otro lado, algunos autores comentan que cuando alguien vive lejos de sus líneas, simplemente se encuentra en un terreno neutro respecto a las influencias facilitadoras o tensionantes de los planetas. Esto parece tener cierta lógica, pero son pocos los trabajos rigurosos sobre el tema y personalmente opto por la prudencia, pues queda mucho por investigar en esta apasionante especialidad astrológica.
Pasando ya al ejemplo, empezaré por reseñar brevemente en la tabla siguiente los lugares en donde fijé mi residencia durante cierto tiempo, con sus coordenadas geográficas y los tiempos de permanencia. Anotadas por orden cronológico, se trata de las localidades de Zaragoza, Melilla, París, Barcelona, Aineto y Girona. Para no extenderme en exceso, aquí no haré mención a otros lugares en donde solamente pasé periodos de dos o tres meses y que no pueden considerarse lugares de asentamiento. Esto no quiere decir que los lugares en los que pasamos más tiempo sean más importantes, pues a veces una breve estancia en un lugar puede cambiarnos la vida.
En el primer mapa pueden observarse las líneas ACG que pasaban por este sector de Europa, y las de Espacio Local (LS) irradiando desde el lugar de nacimiento (Zaragoza). También pueden verse algunos parans representados por las líneas horizontales. Con respecto a las líneas de LS podría pensarse que no tienen ningún interés si no hay un desplazamiento fuera del lugar de nacimiento, sin embargo esta técnica también puede aplicarse para buscar direcciones en la propia ciudad o como compás geomántico.
Utilizando la técnica de Espacio Local lo primero que llama la atención es la línea acimutal del Sol que pasa por Melilla –en el norte de Marruecos– (orbe 0º 06’), por Aineto –en los Pirineos españoles– (orbe 0º 20’), y por París (orbe 0º 03’). Igualmente, cerca de París pasan los parans de Luna-Ds/Júpiter-MC (orbe 0º 27’) y Luna-Ds/Neptuno-FC (orbe 0º 39’), que cortan la línea acimutal del Sol. Sería muy exhaustivo explicar los procesos personales vividos en estos lugares, pero es claro que estuvieron directamente vinculados con la evolución de mi identidad solar, y puedo identificar fácilmente las energías de los parans implicados, al relacionarlas con mis vivencias de aquellos años.
El siguiente mapa es la ampliación de un sector del mapa anterior. En él puede verse que es igualmente muy exacta la línea acimutal de la Luna que pasa muy cerca de Barcelona (orbe 0º 27’) donde viví tres años, y que también pasa prácticamente por encima de la ciudad de Girona (orbe 0º 08’). En esta última ciudad me establecí, tuve una larga relación, construí una casa, fui padre de dos hijos y he desarrollado toda mi actividad profesional como astrólogo. No cabe decir que los acontecimientos vinculados con el hogar y la familia tienen una clara simbología lunar. También a muy poca distancia de Girona pasa la línea acimutal de Plutón (orbe 0º 05’). Las experiencias relacionadas con este planeta no suelen ser “amables”, aunque no se le puede negar su intensidad y empuje regenerativo. Y lo cierto es que en este lugar he experimentado situaciones de crisis que han sido profundamente transformadoras. Asimismo, ha sido en esta ubicación donde he investigado y creado un método de psicoterapia de base astrológica, centrado en la exploración del inconsciente, algo evidentemente plutoniano.
Con respecto a las líneas de ACG, la línea más próxima es la de Mercurio en el FC se encuentra a 2º 07’ de Girona, lo que cuadra con la actividad intelectual, comunicativa y docente, que realizo en/desde mi propio domicilio. Y si considero adicionalmente los parans, también se observa que cerca de Girona pasa el paran de Venus-Asc./Plutón-Ds. (orbe 0º 11’) coincidiendo con las líneas acimutales de la Luna y Plutón. Energías que refuerzan todo lo que he mencionado anteriormente.
Aún a riesgo de abrumar con demasiada información, no puedo resistirme a compartir otras observaciones relacionadas con algunos viajes significativos. En primer lugar me llama la atención el Punto de Destino correspondiente a la línea meridiana de Neptuno (MC) y contra-meridiana de Júpiter (FC) en cruce con el acimut de Venus (bi-paran 45º 32’ N. y 006º 41’ E.). Estas coordenadas corresponden exactamente a las proximidades del Mont Blanc en los Alpes, área en la que tuve tres experiencias importantes (sin conexión entre ellas) en tres momentos diferentes de mi vida separados en el tiempo.
Cambiando de continente, también me llaman la atención las significativas conexiones que tuvieron lugar durante un viaje de dos meses que realicé en solitario por India y Nepal. En primer lugar se observa que la línea de mi Sol en el Ascendente pasa en sentido vertical por el centro de la India (en una longitud aproximada de 78º 15’ E.). Y las principales localidades que visité fueron Delhi (77º 13’ E.), Agra (78º 01’ E.), Varanasi (83º 00’ E.), Darhamsala (76º 19’ E.), Leh (77º 35’ E.) o Srinagar (74º 48’ E.). Aunque alguna de estas ciudades tienen un orbe ligeramente amplio, puede verse que la mayoría se encuentran en un orbe casi exacto. Y si reflexiono sobre las experiencias que tuve que afrontar este país, puedo confirmar que fue un viaje que propició una contundente conexión con mi Sol natal en el signo de Aries.
En este mismo viaje pasé unas semanas en Katmandú (85º 19’ E.) por donde pasa la línea acimutal de Saturno en el Descendente (orbe 0º 45’). Como Saturno tiene mala fama y se sitúa en el Descendente, se podría pensar que habría dificultades en las relaciones, pero no fue así. Bien al contrario, tuve encuentros muy especiales entre los que destacaría la invitación personal de un alto lama tibetano para acompañarle a visitar varios monasterios y lugares sagrados. El encuentro fortuito en Katmandú con este lama (que ya conocía) y el contacto serio e íntimo con la tradición budista tibetana y sus rituales, estuvo en sintonía con esa línea de Saturno en el Descendente.
Aunque mi mapa astrocartográfico registra correspondencias fuera de toda duda, no pretendo extraer conclusiones definitivas. Tan sólo expongo mis observaciones. Eso sí, quiero aclarar que todas las estancias y viajes que he comentado los realicé sin tener conocimientos de Astrocartografía, lo que me lleva a pensar que hay “algo” dentro de nosotros que nos lleva de manera intuitiva a buscar los lugares que necesitamos en cada momento…
Las técnicas de ACG y LS, junto con los conocimientos transmitidos por la astrología tradicional acerca de viajes y ubicaciones, abre un camino apasionante en el que queda mucho por investigar. El desarrollo de los software de astrocartografía supone un gran avance, pues hace unas pocas décadas hubiese sido impensable, para la mayoría de nosotros, poder elaborar estos mapas de ACG manualmente.
Que estemos en mayor o menor sintonía en una u otra ubicación geográfica y que ello esté relacionado con nuestro mapa natal, revela una vez más nuestro vínculo con el Cosmos del que somos parte integrante. Y la ACG puede ser una herramienta adicional a nuestra carta astral, que nos sirva para conectar con la energía de lugares que nos ayuden con su vibración en nuestro proceso existencial y evolutivo.
© José Royo
Girona, 2007 (revisado en 2014)
BIBLIOGRAFÍA
COZZI, Steve. Planets in locality
LEWIS, Jim - GUTTMAN, Ariel. The Astro*Carto*Graphy Book of Maps
LEWIS, Jim & IRVING, Kenneth. The Psichology of Astro*Carto*Graphy
POTTENGER, Maritha & DOBYNS, Zipporah. Planets on the Move
SULLIVAN, Erin. Where in the World?
Autores consultados para la elaboración de este artículo: Ariel Guttman, Christiane Nastri, David Meadows, Eric Guille, Erin Sullivan, Jim Lewis, Julian Lee, Michael Erlewine, Vicente Gigli-Claudia Ena Lamata y Liliane Magos.