Por José Royo
Con toda seguridad la Luna es el cuerpo celeste que ha dado lugar a más mitos y leyendas en todas las culturas del mundo. Su apariencia misteriosa y su luz siempre cambiante, tienen algo de mágico y sugestivo que ha inspirado a chamanes, poetas y artistas durante milenios. En el plano físico, es bien conocida la atracción gravitacional de la Luna sobre la Tierra, que afecta a los ciclos de las mareas, al desarrollo de las plantas y a los estados anímicos de animales y personas. Algo fácilmente explicable si consideramos que la atracción lunar influye notablemente en el elemento líquido que se encuentra en un altísimo porcentaje en la naturaleza y en todos los seres vivos.
Pero para la astrología la Luna tiene un simbolismo propio que va más allá de sus efectos gravitacionales. En una carta natal la Luna simboliza la forma en que abordamos las experiencias y vivencias emocionales, así como nuestras respuestas instintivas, espontáneas y naturales ante los estímulos externos. En gran parte, nuestros hábitos, automatismos y reacciones inconscientes se relacionan con pautas interiorizadas durante la primera infancia. En esa etapa la capacidad receptiva de niño, su plasticidad e intuición son elementos básicos para su supervivencia. La percepción del mundo que le rodea pasa en gran parte a través del filtro del emplazamiento de la Luna en su carta natal y es interesante constatar cómo el signo natal de la Luna revela determinadas actitudes y vivencias especialmente visibles en los primeros siete años de vida.
La receptividad de la Luna indica una sensibilidad que cambia en función de las influencias que recibe del entorno, respondiendo con un tipo de reacción diferente según el signo en que se encuentre. Por ejemplo, una persona que tenga su Luna natal en Capricornio es muy probable que reaccione instintivamente con reserva y desconfianza, hasta sentir que tiene controlada la situación; por el contrario alguien con la Luna en Sagitario seguramente reaccionará de forma expansiva, optimista y extrovertida, incluso en circunstancias en que no sería aconsejable hacerlo. Obviamente no hay una manera de reaccionar que sea mejor o peor que otra y la cuestión estriba en ser conscientes de lo señalado por nuestra Luna, para canalizar su expresión adecuadamente.
Asociada con lo femenino y el principio materno, la Luna describe cómo nutrimos emocionalmente a los demás y cuáles son las actitudes, relaciones, o situaciones que nos nutren y proporcionan seguridad emocional. El signo en que se encuentra la Luna simboliza la imagen de madre que fue integrada cuando éramos niños y está relacionada con la manera que ejercemos nuestro maternaje en el mundo, independientemente de cual sea nuestro género. Dicho maternaje no se limita al cuidado de otras personas, animales o plantas en tanto que seres vivos, sino que puede ser canalizado hacia la protección de un ecosistema, un una obra, un objeto, o cualquier lugar o cosa que despierte nuestro instinto protector.
A veces, nuestra necesidad emocional de protección, nutrición y cuidados, simbolizadas por la Luna, pueden no coincidir con nuestros deseos. Dicho de otra forma, en algunos casos es posible que lo que necesitamos y lo que queremos no sea lo mismo. Quizás queramos algo que no necesitamos o necesitamos algo que no queremos. El análisis de la Luna en la carta natal puede ayudarnos a clarificar cuáles son nuestras verdaderas necesidades. Elucidar esta cuestión no siempre es fácil, pero de forma muy general y considerando los cuatro elementos puede decirse que una persona con la Luna en un signo de Fuego (Aries, Leo, Sagitario) se sentirá nutrida y confortada emocionalmente con experiencias dinámicas y estimulantes, en un signo de Tierra (Tauro, Virgo, Capricornio) a través de la seguridad material y el compromiso, en un signo de Aire (Géminis, Libra, Acuario) con la comunicación y el intercambio de ideas con otras personas, y en un signo de Agua (Cáncer, Escorpio, Piscis) mediante vínculos sentimentales y empáticos.
La Luna también hace referencia al sentimiento que tenemos sobre nosotros mismos, a nuestra auto-imagen personal, es decir a cómo sentimos que los demás nos ven o a la imagen que creemos perciben de nosotros. Aquí no debe confundirse la personalidad que presentamos relacionada con el Ascendente, con la auto-imagen personal referida a la Luna que corresponde al sentimiento subjetivo de cómo creemos que los demás nos ven. Esta percepción subjetiva junto con la naturaleza emocional e instintiva de la Luna, tendrán una importante repercusión en cualquier relación que establezcamos y muy especialmente en nuestros vínculos afectivos e íntimos.
Un ejercicio interesante para tomar conciencia de las cualidades vinculadas a nuestra Luna es auto-observarnos cada mes durante el periodo que transita su signo natal. Al tener un ciclo de unos 28 días, la Luna permanece aproximadamente dos días y medio en cada signo activando los valores del signo transitado. En esos momentos que transita por encima de la posición que ocupa en nuestra carta natal, podemos ver con más claridad cómo reaccionamos, cómo buscamos nutrir y nutrirnos en el mundo, y también cómo tendemos a auto-protegernos ante las situaciones en que nos sentimos más vulnerables o amenazados.
Al igual que cualquier otro factor de la carta astral, el significado de la Luna debe interpretarse en el contexto global de su emplazamiento atendiendo a su posición por signo, casa, regencias y aspectos. No obstante, a modo introductorio podemos ver a continuación algunos significados de cómo una persona puede experimentar su Luna según el signo en que se encuentre.
Luna en ARIES
Reacciona ante las situaciones de forma directa, natural, vivaz e intuitiva. Sus reacciones son rápidas e impulsivas, respondiendo a los sentimientos del momento. Expresa sus emociones con claridad, pasión y fogosidad. Cuando a alguien o algo despierta su instinto maternal o protector, no duda en lanzarse a la lucha para proteger aquellos que siente amenazados. Su frescura, espontaneidad y decisión tiene un efecto estimulante y vitalizador en los otros. Es independiente y se muestra asertiva ante cualquier desafío. Necesita acción y nuevas experiencias para sentir seguridad emocional.
-De temperamento variable e infantil, estalla con facilidad pero sus arrebatos y berrinches son de corta duración. Es impaciente e irascible y no escucha consejos. Le cuesta aceptar contactos sensibles pues no se siente cómoda. Existe una inseguridad de fondo que le coloca a la defensiva mostrando reacciones agresivas, beligerantes o precipitadas.
Luna en TAURO
Reacciona con lentitud y prudencia, pero mantiene sus decisiones con determinación y fuerza. Asimila lo que le llega de forma lenta y constante. Existe sensatez y capacidad para concretar aquello que siente. Necesita seguridad y estabilidad en el plano emocional y es fiel en sus sentimientos. Nutre a los demás mediante su actitud apacible, afectiva, tranquila y sensual. Disfruta en su relación con animales o plantas y en el contacto con la naturaleza. Destacan los sentidos del tacto y del gusto. Vincula los intercambios emotivos con el contacto físico. Sus sentimientos están sustentados por valores conservadores, realistas y pragmáticos.
-Existe una timidez innata. Tiene tendencia a la inercia y la pereza. Experimenta sensaciones de apego a sus referentes conocidos y puede ser posesiva con personas y cosas. Busca seguridad en lo que es estable y le cuestan los cambios de todo tipo.
Luna en GÉMINIS
Reacciona al entorno con una curiosidad mental constante. Su receptividad es ágil y cambia sus centros de interés todo el tiempo. Se siente a gusto atendiendo diversos asuntos simultáneamente. Intelectualiza sus emociones y necesita hablar de ellas. Necesita relaciones breves y variadas, pues le cuesta soportar la intensidad del contacto emocional. Su percepción es más mental que emocional y frecuentemente confunde lo que siente con lo que piensa. Destaca su gusto por el estudio y la lectura. Nutre a los demás intercambiando ideas y siendo una fuente de información. Tiene un sentido del olfato particularmente desarrollado.
-No le gusta verse obligada a concretar. La dispersión excesiva puede generar tensión nerviosa. Se muestra reservada en asuntos personales, le cuesta intimar emocionalmente y puede ser fría.
Luna en CÁNCER
Reacciona de forma muy sensible al ambiente pues capta el estado anímico de los ambientes y las personas que la rodean. De tendencia maternal, busca cuidar y proteger y a su vez también necesita que la cuiden y protejan. Los recuerdos y vivencias emocionales del pasado condicionan su vida presente. Tiene sentimientos intensos vinculados a la familia y/o la patria. Siente inclinación por la poesía, y tiene tendencia al romanticismo y a los estados melancólicos.
-Es influenciable, susceptible y tiene altibajos de humor. Como defensa, reacciona “encerrándose en su caparazón” para autoprotegerse. Manifiesta una dependencia infantil en sus vínculos.
Luna en LEO
Reacciona ante las situaciones con vitalidad, generosidad y calidez. Es alegre y divertida e irradia un fuerte magnetismo personal y raramente pasa desapercibida. Tiene capacidad organizativa y sabe llegar al corazón de los demás. Manifiesta sus sentimientos de forma teatral o dramática. Se guía por impresiones intuitivas y en sus relaciones es protectora y leal. Es emocionalmente entusiasta y su capacidad de expresión y creatividad la vincula con actividades artísticas.
-No es muy receptiva, pues está centrada en su autoimagen. A veces manifiesta una simplicidad infantil. Necesita captar la atención y es muy sensible a las críticas. Cuando se siente ofendida en su orgullo reacciona con altivez y arrogancia.
Luna en VIRGO
Reacciona de forma analítica y crítica ante las situaciones. Trata de entender racionalmente sus estados emocionales. Experimenta la necesidad de perfeccionarse personalmente, y para ello se suele ayudarse de técnicas psicocorporales y terapias diversas. El orden, la pulcritud, la sencillez y los pequeños detalles, así como el cuidado del cuerpo y las dietas, le proporcionan un sentimiento de seguridad. Es sensible a las necesidades materiales y de salud de los otros. Se siente a gusto siendo útil mediante el cuidado de personas o animales.
-Es tímida y poco espontánea. Desconfía de sus emociones pues se siente insegura y tiende a inhibirlas. Tiene dificultad para entender los sentimientos de los otros y puede perderse en el análisis mental de sus propios sentimientos.
Luna en LIBRA
Reacciona evaluando con imparcialidad cada situación que se le presenta a fin de encontrar la respuesta más armónica y equilibrada. Conecta emocionalmente con la música, las artes y la belleza en su sentido amplio. Siente la necesidad de establecer relaciones tranquilas e íntimas, tiene sentido de la oportunidad y encanto personal. Propicia ambientes de encuentro, relajados y placenteros. Se expresa con cortesía y elegancia, aunque existe una gran fuerza tras esa suavidad aparente.
-La tendencia a complacer y agradar a los demás puede restar espontaneidad a sus reacciones emocionales. Cede a la adulación y le cuesta decir no. En ocasiones se observa indolencia y flirteo. Le cuesta permanecer en soledad largo tiempo.
Luna en ESCORPIO
Reacciona de forma pasional y experimenta emociones intensas en su interior que teme exteriorizar, por lo que ejerce una contención y control sobre ellas. En el ámbito relacional se nutre de intercambios emocionales profundos, que aborda con pasión y entrega. Posee una gran determinación por llegar al núcleo de la experiencia emocional. Puede experimentar celos y/o llegar a ser absorbente. Se siente a gusto en ambientes duros o marginales, donde existe sufrimiento, tensión o dolor, pues se siente realizada ayudando y cuidando a personas que pasan por situaciones extremas. Es reservada e irradia un magnetismo intenso, libidinal y misterioso. Siente inclinación por indagar en ámbitos profundos y desconocidos.
-Las dificultades con su auto-imagen pueden derivar en sentimientos turbulentos y autodestructivos. Se siente atrapada en un proceso de transformación emocional compulsiva y vive las situaciones de tranquilidad como una experiencia amenazante.
Luna en SAGITARIO
Reacciona al entorno con entusiasmo, jovialidad e inspiración. Necesita espacio emocional y tiende a escapar de las situaciones que limitan su libertad. Busca su seguridad en algún sistema de creencias, aunque evita los grupos religiosos instituidos. Se nutre de experiencias en las que puede explorar sus emociones y darles un sentido, y para ello se sirve de los viajes y contactos con otras culturas así como del viaje filosófico y espiritual. Tiene capacidad para transmitir emocionalmente lo que sabe, con un efecto muy motivador en las otras personas.
-Su optimismo y credulidad ingenua le hacen creer que “todo está bien”, lo que deriva en sentimientos profundos de frustración exagerada cuando algo sale mal. Puede haber tendencia a sermonear y tratar de organizar la vida a los demás. Igualmente existe el riesgo de fanatismo emocional con respecto a sus creencias.
Luna en CAPRICORNIO
Reacciona con precaución y racionalidad, buscando controlar la situación. Necesita cuidar de los demás mediante algún tipo de control que ejerce con responsabilidad y autoridad. Se esfuerza para ser aceptada trabajando duramente y cumpliendo sus obligaciones con a los otros de forma eficaz. Hay madurez y sabe autosostenerse emocionalmente. Las cualidades de compromiso y solidez emocional le capacitan para actuaciones de apoyo y protección a los demás.
-Le cuesta pedir a los demás aquello que necesita emocionalmente. Existe una vulnerabilidad de fondo y es muy sensible al desprecio. Hay austeridad en el terreno emocional, es poco demostrativa y le cuesta intimar. Se siente cómoda manteniendo una cierta distancia en sus relaciones interpersonales por lo que puede mostrar frialdad en el trato.
Luna en ACUARIO
Reacciona a los imprevistos con inmediatez e inventiva. Experimenta seguridad a través de experiencias innovadoras. Se siente nutrida emocionalmente en el contacto con personas diferentes u originales. Está a gusto en grupos inconvencionales en los que puede desarrollar relaciones abiertas, amistosas y libres. Sus sentimientos son altruistas y están condicionados por una clara conciencia social. Nutre a los demás estimulando su libertad y autonomía, pero debido a su propia necesidad de individualidad le cuesta involucrarse y prefiere observar impersonalmente antes que participar.
-En el plano personal teme el envolvimiento emocional íntimo, es desapegada y experimenta incomodidad ante las manifestaciones sentimentales efusivas, pudiendo cortar bruscamente con cualquier relación que limite su libertad. Tras las rupturas emocionales se muestra indiferente y distanciada.
Luna en PISCIS
Es muy impresionable y reacciona con sensibilidad y empatía. Se muestra compasiva ante la vulnerabilidad y el dolor ajeno, a lo que reacciona ofreciendo protección y sacrificándose cuanto sea necesario. También es muy sensible a los estados anímicos colectivos y experimenta seguridad emocional cuando puede ayudar a la humanidad o involucrarse en algún ideal espiritual. Capta los mensajes subliminales y las vibraciones personales y ambientales que pertenecen a los planos de lo no visible e intangible. La ensoñación y la fantasía de su mundo imaginario le proporcionan calma interior.
-Puede sentirse víctima de las situaciones y adoptar el rol de mártir. A veces se siente confusa o melancólica y con sentimientos cambiantes con respecto a sí misma. Su hipersensibilidad al mundo que le rodea y su vulnerabilidad interna están en la base de sus actitudes escapistas.
© José Royo
Girona, 2018